A poco mas de una semana de que el presidente de México Andrés Manuel López Obrador expresara que no iba a utilizar el cubrebocas, diciendo: «No (usaré el cubrebocas), no. Ahora, de acuerdo a lo que plantearon los médicos, ya no contagio» podemos encontrarnos con que su coetáneo y líder pastoral también el Obispo de Ciudad Victoria Antonio Gonzales Sánchez de igual manera manifestó estar de acuerdo con no utilizar dicho artículo, ya que prefiere descansar en su fe en vez de en las medidas preventivas el cuidado de su salud.

Y bien dice la biblia no tentaras al señor tu Dios a lo que parece hacer caso omiso el Obispo Antonio y bien centrarse en otros preceptos bíblicos como sugirió en la homilía diciendo:

“Vamos a pedirle a Dios que esto ya pase, deseo fuertemente pronto poder verlos a ustedes sin esa cosa que traen en su cara, lo deseo fuertemente. Yo sé que eso es necesario, lo sé, pero perdónenme lo que voy a decir. Si dice el dicho, ‘Ayúdate que yo te ayudaré’ y me queda muy claro, pero para mí, a nivel personal, el famoso cubrebocas es no confiar en Dios”.

A pesar de las circunstancias en las que nos encontramos hoy en día y la creciente necesidad de contar con lideres que tengan un grado de conciencia mas desarrollada y abierta que les permita orientar mensajes para una sociedad necesitada de guías confiables, parece que estamos sumidos en la ultima ola de una generación que se ostenta en posiciones de influencia y/o poder que parecen no dar cuenta o importancia de esto, y que yacen aferrados a viejos paradigmas que hoy nos ponen en riesgo.

Esperemos contar con que la conciencia social colectiva pueda sobreponerse a estos mensajes erróneos, y tomar decisiones que a veces a meritan mas el uso de la razón que del corazón.

Hasta el próximo horizonte.

 

Por: Leo Rivera