«No conozco el futuro… no vine aquí a decirte cómo esto terminará, vine aquí a decirte cómo comenzará¨. 

Esta línea es parte del monólogo final de The Matrix en 1999, cuando el heroico personaje Neo, interpretado por el actor Keanu Reeves, lanza una advertencia a las máquinas que controlaban el mundo, después de descubrir que la humanidad estaba atrapada en una realidad simulada. 

El filme, que se estrenó cuando el mundo se encontraba en la cúspide de la revolución de internet, y en vísperas del nuevo milenio, aprovechó el desarrollo tecnológico de la época, y planteó preguntas trascendentales sobre la web, la conciencia y el control social. 

La cuarta entrega de esta saga, Matrix Resurrectionsllega a los cines 18 años después del final de la trilogía original. 

Ante esto, analizamos el legado que aún perdura en nuestra sociedad derivado de la película, que para algunos es un referente profético. 

«El desierto de lo real»

Las hermanas creadoras de Matrix, Lana y Lilly Wachowski, basaron su mundo distópico en el trabajo del filósofo francés Jean Baudrillard.

Mucho antes de que Reeves se pusiera el sobretodo y las gafas de sol de Neo, le pidieron que leyera el libro «Simulacro y Simulación», publicado por el académico en 1981. 

En el libro, Baudrillard reflexiona sobre un «desierto de lo real», un mundo donde la verdadera realidad había sido reemplazada por las ilusiones del capitalismo. La película tomó en concretó este concepto en el líder rebelde Morpheus, cuando usa la frase para presentar a Neo las ruinas del mundo exterior. 

Para Baudrillard, no había un escape de la simulación, pero las Wachowski ofrecieron esperanza en la «promesa de un verdadero mundo natural ‘desconectado’ y separado de la matriz», explica el profesor Richard Smith, editor de The Baudrillard Dictionary.

Impulsar con su línea narrativa las ideas de Baudrillard es, en esencia, uno de los primeros legados del filme. No obstante, su influencia se extiende a situaciones y expresiones cotidianas. A continuación presentamos varias de ellas. 

1. La píldora roja 

Una de las escenas icónicas de The Matrix es cuando Morpheus le ofrece a Neo (que entonces vivía como el hacker Thomas Anderson) una píldora azul o una píldora roja.

Si Neo toma la píldora azul regresa a la vida como Anderson, inconsciente de la matriz, el mundo simulado creado para esclavizar de forma encubierta a la humanidad. La pastilla roja, por el contrario, le mostraría la realidad y tendría presente la tiranía de las máquinas.

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El concepto de la píldora derivado de la película ha sido resignificado en nuestra sociedad.

Para el profesor Smith, la narrativa de la película evoca la alegoría de las cavernas de Platón en donde unos prisioneros encadenados en una cueva «confunden las sombras en la pared con la realidad».

Como dice Morpheus: «Matrix es el mundo que ha sido puesto sobre tus ojos para cegarte de la verdad». La escena de la píldora «insta a los seres humanos a liberarse del mundo de las apariencias», señala Smith.

Pero con el tiempo, la prominencia cultural de la película ha hecho que la metáfora de la píldora roja cambie por causas muy alejadas a su significado original.

Por ejemplo, la idea fue adoptada por grupos misóginos de internet, en particular el movimiento Incel, compuesto por hombres supremacistas que critican la libertad sexual de las mujeres y el feminismo. 

Entre estas comunidades de internet destaca un foro de Reddit llamado TheRedPill (TRP), que fue lanzado en el 2012 con el objetivo de proporcionar a los hombres una «estrategia sexual» para derrotar lo que describen como una «cultura feminista» manipuladora que únicamente empodera a las mujeres.

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La matriz es construída por un código de computadoras.

En el momento en que Reddit puso en «cuarentena» el foro en 2018 (tras una advertencia de contenido que solo lo hizo accesible a través de enlaces directos) tenía más de 400.000 seguidores.

En ocasiones, la filosofía de la pastilla se ha movido fuera de internet con consecuencias mortales. Antes de la masacre de Plymouth, en Inglaterra, el atacante publicó un video en YouTube en el que hacía referencia a «consumir una sobredosis de la píldora negra», un término interno de la comunidad incel que lleva al extremo el significado nihilista de la píldora roja. 

Para la periodista y escritora Sophia Smith Galer, las consecuencias off-line de la teoría de la píldora roja muestran cómo se ha convertido en un concepto equivocado para salir de las frustraciones de la vida cotidiana. 

2. «Liberar la mente»

La idea de «liberar la mente ̈»explotada por la «teoría» de la píldora roja se introduce en la política de hoy día. Sobre todo en los movimientos populistas modernos de extrema derecha, que se posicionan a sí mismos como antisistema. 

La filosofía de la píldora roja se convierte entre los militantes de la extrema derecha en «un verbo», ante su costumbre de atacar el multiculturalismo, la globalización y la inmigración, como dijo el presentador Danny Leigh. 

Alimentada por la desconfianza en el gobierno, en los medios de comunicación y el status quo, la extrema derecha fue impulsada como corriente principal de la política occidental por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump y sus partidarios. 

Su propia hija, Ivanka, entonces asesora principal de la Casa Blanca, citó con orgullo al multimillonario Elon Musk en Twitter para decir que se había «tomado» la píldora roja.

El tuit representó lo contrario del significado de la píldora roja de Morpheus, según el autor James Ball. «En la película, tomar la píldora roja es aceptar una verdad extraña y espantosa en lugar de permanecer en un engaño cómodo», comentó.

«Y sin embargo, tomarse la píldora roja como es apoyado por los grupos en línea de extrema derecha es aceptar un pensamiento grupal vil pero cómodo, adaptarse a sus propias ideas preconcebidas y ver el mundo en un marco que se adapte a tu persona¨. 

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Lilly Wachowski respondió secamente a la publicación de Musk e Ivanka con una frase soez de dos palabras. 

Mientras, el actor Hugo Weaving, quien interpretó al agente Smith en la trilogía original de The Matrix, también ha dicho que está «desconcertado» por el secuestro del mensaje de la película. «Simplemente demuestra cómo la gente no lee debajo de las superficies», le dijo a The Daily Beast.

3. La posverdad 

El hecho de que ahora sea tan fácil encerrarse en una cámara de resonancia en línea, que es un espacio desprovisto de opiniones equilibradas en el que se reafirman nuestras propias opiniones, ha llevado a afirmar que estamos viviendo en la era de la «posverdad».

Este término incluso fue declarado palabra del año por el Diccionario de Oxford después del Brexit y de la campaña presidencial en EE.UU. de 2016. 

Las aplicaciones de mensajería y las redes sociales han ayudado a que este clima florezca, con la promoción de noticias falsas y el uso de algoritmos que construyen una versión de la realidad adaptada a nuestros gustos. 

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Hugo Weaving, quien actuó como el agente Smith de las máquina de The Matrix, ha criticado la tergiversación del mensaje de la película.

Un informe sobre el ecosistema digital de las noticias publicado por el Instituto Reuters este año desveló que, si bien las audiencias valoran cada vez más la verdad, solo el 44% cree en las noticias que lee. 

Plataformas como Instagram y TikTok cada vez atraen a más jóvenes, pero con frecuencia ofrecen contenido de opinión o vinculado a ciertas personalidades, sin que antes se verifiquen los hechos, agrega el estudio. 

En conjunto, esto puede proporcionar un terreno fértil para una espiral de desinformación y teorías de la conspiración. Esto significa que el debate de la píldora roja y azul se difumina y amenaza con transformarse en una píldora púrpura uniforme de prejuicios y desconfianza.

4. ¿Vivimos actualmente en la matriz?

Más allá de cambiar nuestras percepciones de la verdad, nuestra interconectada y creciente presencia digital, conocida como la huella digital, refleja elementos de The Matrix que parecerían pura ciencia ficción cuando se estrenó la película. 

Nuestra voluntad, tácita o no, de compartir información personal y aceptar la monitorización a través de la tecnología, desde aplicaciones de teléfonos móviles a herramientas de aprendizaje automático como altavoces inteligentes, permite delinear una imagen detallada de nuestras vidas y hábitos personales.

El escándalo de datos de Cambridge Analytica mostró cómo esta información se puede utilizar para influir en votantes de diversos sistemas políticos.

La superposición de nuestros perfiles digitales y la vida real aumenta cada vez más con las nuevas tecnologías de realidad virtual, que hacen referencia a cómo los rebeldes se conectan y desconectan de la simulación en la película. 

Facebook anunció recientemente planes a largo plazo para crear un metaverso virtual, lo que permitiría vivir aún más de forma inmersiva en internet. 

Así como los guerrilleros de Morpheus hackearon la matriz para instalar programas que reflejaban diferentes escenarios, en nuestros días existen los vídeos «deepfake», copias generadas por computadoras que buscan imitar a una persona real. 

De la misma forma, el transhumanismo, la creencia de que los humanos pueden mejorar más allá de sus limitaciones físicas y mentales y «mejorar» sus cuerpos incorporando tecnología, también coincide con la forma en la que los personajes de la película pueden descargar habilidades y aprender a manipular las leyes de la física dentro de la simulación.

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Carrie-Anne Moss y Keanu Reeves interpretan a Trinity y Neo en el filme.

Además, el lazo de la película con la identidad del cuerpo como algo maleable ha sido fortalecido por Lilly Wachowski, quien describió este concepto como una alegoría trans mientras conversaba en un programa de Netflix el pasado año. 

«Esa era la intención original, pero el mundo corporativo no estaba del todo listo», dijo la cineasta, quien se identifica como una persona trans junto con su hermana Lana después de que se estrenara la trilogía original.

Entonces, ¿dónde deja todo esto a The Matrix mientras miramos hacia el futuro?

Algunos creen que se cierra el círculo. En 2016, un grupo de físicos sugirió que es probable que nuestro universo no sea real y, en cambio, sea una simulación gigante dirigida por un poder superior. Los líderes tecnológicos de Silicon Valley, incluido el jefe de Tesla, Elon Musk, han apoyado la idea.

Por inverosímil que parezca, encaja con el legado de The Matrix. Como Neo advirtió a las máquinas en 1999: «Les voy a mostrar un mundo sin ustedes, un mundo sin reglas y controles, sin fronteras y límites… un mundo donde todo es posible».