La dermatofitosis en perros es una patología que debido a su gran importancia en la salud pública y animal, necesita atenderse de manera oportuna.
Uno de los principales problemas por los que atraviesan los perros son las enfermedades tegumentarias. Debido a la amplia gama de microorganismos patógenos presentes en el ambiente, los canes se han visto cada vez más expuestos a contraer patologías causantes de alteraciones en su piel. La dermatofitosis en perros forma parte de este importante grupo de afecciones.
Para conseguir que tu mascota se mantenga libre de esta molesta y contagiosa enfermedad, te invitamos continuar con la lectura de este artículo. A continuación, abordaremos las causas más comunes de contagio entre los canes, así como la signología que podría presentar tu mascota y el tratamiento médico necesario para controlar esta situación. No dejes de leer.
¿Qué es la dermatofitosis?
También conocida como tiña, la dermatofitosis en perros es una enfermedad cutánea causada por una infección superficial micótica (hongos), en la cual se ven afectados los tejidos queratinizados como el pelo, las uñas, las garras y el estrato córneo. Presenta una elevada tasa de contagio, pudiendo atacar a varias especies además de los perros.
Cuando se trata de los canes, los tres dermatofitos responsables de manifestar la enfermedad son los siguientes:
- Microsporum gypseum
- Microsporus canis
- Trichophyton mentagrophytes
Estos microorganismos son agentes queratinolíticos, es decir, basan su alimentación a partir de la queratina. La dermatofitosis en perros es considerada como una patología zoonótica, lo que significa que posee la capacidad de transmitirse a los humanos. Debido a esta situación, resulta muy importante realizar un manejo adecuado para evitar su propagación.
Principales causas de la enfermedad
La dermatofitosis en perros se transmite cuando los animales entran en contacto directo con otros ejemplares, personas o superficies contaminadas con las esporas de los hongos. Por ser una enfermedad que se contagia con rapidez, es frecuente encontrar brotes en pensiones, refugios o lugares donde se encuentren hacinados los animales.
Una vez que los hongos han colonizado el cuerpo del can, se aferran al estrato córneo de la piel y comienzan a alimentarse. Es importante mantener el estado de salud de tu mascota con las mejores condiciones; recuerda que los animales inmunosuprimidos no cuentan con las barreras suficientes para defenderse y corren mayor riesgo de contraer la enfermedad.
¿Qué síntomas manifiestan los canes?
La signología presente en la dermatofitosis en perros comienza por un proceso de descamación cutánea, generada por la pérdida de queratina que han consumido los dermatofitos. Por tratarse de una patología en la cual los microorganismos invaden los folículos pilosos de tu mascota, es común observar zonas alopécicas (de forma circular) sobre el tegumento.
Según sea la gravedad y avance de la enfermedad, las zonas afectadas pueden aparecer de forma localizada o generalizada sobre todo el cuerpo del animal. El surgimiento de costras y escamas de tonalidad amarillenta podrían acompañar a los demás signos de la enfermedad.
Contrario a otras patologías dermatológicas, al hablar de la dermatofitosis en perros, no se puede establecer al prurito (comezón) como un signo característico. El tropismo de los hongos los dirige hacia los folículos pilosos, lugar donde tendrán las condiciones ideales para proliferar, generando una inflamación y dando inicio la percepción del dolor.
Además de los signos que te hemos mencionado, si tu amigo peludo se encuentra atravesando un proceso de dermatofitosis, podría manifestar estos signos:
- Eritema (enrojecimiento de la piel).
- Pápulas (lesiones duras menores a 1 centímetro de diámetro).
- Pústulas (lesiones pequeñas con contenido purulento), comunes en infecciones secundarias.
Diagnóstico de la dermatofitosis
Sin importar que la dermatofitosis en perros cuente con una signología que facilite distinguirla de otras patologías cutáneas, resulta imprescindible realizar diversas pruebas diagnósticas para confirmar su presencia. El médico veterinario comenzará por realizar una exploración física genera de tu mascota y observará de manera puntual sus lesiones y zonas alopécicas.
Es necesario identificar al microorganismo causante de las lesiones sobre los tejidos; para ello, se tomará una muestra del pelo, uñas o piel de zonas próximas a las lesiones, las cuales serán llevabas al laboratorio para realizar un cultivo de hongos. De resultar positivo, se tendrá que mantener al paciente asilado y continuar realizando esta prueba hasta que el diagnóstico obtenido sea negativo.
Existe la posibilidad de realizar una prueba conocida como ‘Lámpara de Wood’, la cual aporta información más específica para el diagnóstico del problema. Con el uso de luz ultravioleta, se calienta la muestra durante 5 minutos; posteriormente, se procede a observarla en la oscuridad. De tratarse de dermatofitos, se apreciará una peculiar fluorescencia de color verde amarillenta.
Medidas terapéuticas
Con el fin de obtener los mejores resultados en el menor tiempo posible, se tiene que elaborar un tratamiento integral a base de distintas vías y productos. Se comienza con la administración de medicamentos sistémicos, los cuales mantendrán su acción por un tiempo prolongado. Los fármacos de elección suelen ser los siguientes:
- Itraconazol: 5 a 10 mg/kg vía oral cada 12 horas, por un mínimo de 14 días.
- Ketoconazol: 10 mg/kg vía oral cada 24 horas durante 30 días.
- Fluconazol: 2.5 a 5 mg/kg vía oral cada 12 horas y durante 6 semanas.
- Griseofulvina: 20 a 60 mg/kg vía oral cada 24 horas durante 11 semanas.
En conjunto, te recomendamos utilizar productos tópicos cuya acción local traerá mayores beneficios en tu mascota. Toma nota de ellos:
- Enilconazol: un excelente esporicida y de fácil aplicación. Administrar dos veces a la semana durante 5 minutos.
- Clorhexidina: utilizando una concentración al 2 %, realiza un buen trabajo impidiendo la germinación de esporas. Después de su aplicación, es necesario retirar el excedente con abundante agua.
- Miconazol: realizando aplicaciones dos veces a la semana durante 10 minutos, actúa como un excelente producto para la eliminación de la dermatofitosis en perros.
¿Cómo prevenir la dermatofitosis?
Una de las características que hace a los hongos ser altamente patógenos es su capacidad de crear esporas. Estas estructuras pueden sobrevivir en el medio ambiente hasta por 18 meses. Para evitar que surjan brotes de dermatofitosis en perros, te sugerimos desinfectar periódicamente todos los objetos y muebles al alcance de tus mascotas, así como los lugares donde convivan.
La mejor alternativa para eliminar estos agentes es aplicando vapor caliente sobre las superficies. De igual manera, puedes utilizar clorhexidina e hipoclorito de sodio al 0.5 %.
Desde el primer momento en el detectes cualquier anormalidad en alguna de tus mascotas, te recomendamos separarlo del grupo mientras se emite un diagnóstico final y así, evitar la diseminación del problema. No olvides que dermatofitosis en perros puede afectar a cualquier miembro de tu familia. Actúa responsablemente y conserva una comunicación constante con los profesionales.