La Revolución mexicana es uno de los periodos más importantes de la historia de nuestro país, la lucha por condiciones dignas de vida y una política mucho más justa y democrática. Actualmente los mexicanos siguen rindiendo honor a esas batallas, consignas y héroes que le dieron mayor libertad al pueblo mexicano y sentaron el precedente para la unión civil.
Hace algunos días, el portal de Facebook México CDMX, hizo una recopilación de algunas fotografías restauradas de la Revolución mexicana, en las cuales con algunos métodos modernos de edición se pudo hacer una coloración para que las personas pudieran ver una imagen mucho más cercana a lo que se pudo haber vivido hace 100 años en todo el país, en plena guerra revolucionaria. El resultado fue realmente cautivador y generó una ola de interacciones y comentarios acerca de la añoranza de estos días y respeto por algunos de sus personajes.
La Revolución mexicana
La Revolución mexicana comenzó con un llamado a las armas el 20 de noviembre de 1910 para derrocar al actual gobernante y dictador Porfirio Díaz Mori. Díaz fue un presidente ambicioso, dispuesto a convertir a México en un país industrializado y modernizado. Mientras trabajaba en la implementación de una sociedad construyendo fábricas, represas y carreteras, los trabajadores rurales y los campesinos padecieron de su falta de apoyo e indiferencia.
Díaz gobernó intimidando a los ciudadanos para que lo apoyaran. La mayor injusticia se produjo en la forma de nuevas leyes territoriales. En un intento por fortalecer los lazos con Estados Unidos y otros intereses extranjeros influyentes, Díaz asignó tierras, que alguna vez pertenecieron al pueblo de México, a empresarios extranjeros adinerados. Además de esto, ningún mexicano podía poseer tierras a menos que tuviera un título legal formal. Los pequeños agricultores quedaron completamente indefensos, no había otra opción que un levantamiento.
En la historia de la Revolución mexicana existieron muchos problemas entre los líderes que estaban contra Díaz, por ejemplo, Francisco Madero, quien fue el responsable de sacar a Díaz del poder, no logró implementar las reformas agrarias que había prometido. Madero fue reemplazado rápidamente por el general Victoriano Huerta, quien lo ejecutó una semana después de su llegada al poder. El propio Huerta era un dictador y fue derrocado por Venustiano Carranza en 1914. En la búsqueda del descanso civil formó el Ejército Constitucional y una nueva constitución en la que aceptó muchas de las demandas rebeldes.
En Morelos, pueblos enteros desaparecieron bajo un manto de caña de azúcar. En Sonora, en el noroeste, el ejército federal libró una serie de amargas campañas para despojar a los indios yaquis de sus tierras ancestrales. Los pequeños propietarios lucharon contra las usurpaciones de las haciendas en sus tierras.
Durante un tiempo, en muchas localidades, el poder pasó a manos de los líderes populares, los saqueadores y guerrilleros que habían luchado primero contra Díaz y luego contra Huerta. Los dos más famosos y poderosos fueron Emiliano Zapata y Francisco Villa, quienes tipificaron, en muchos aspectos, las principales características del movimiento popular. Zapata lideró a los habitantes de Morelos en una cruzada para recuperar las tierras perdidas por los ingenios azucareros, y de este objetivo nunca se desvió. Aunque más tarde los intelectuales de la ciudad lo acompañaron, escribiendo sus comunicaciones oficiales y pronunciando un socialismo bastardo, el propio Zapata siguió siendo un hombre del pueblo, indiferente a las ideologías formales, satisfecho con un catolicismo tradicional, ferozmente leal a sus seguidores de Morelos, como lo eran a él.
Oficialmente se considera el fin oficial de la Revolución mexicana a la creación de la Constitución de México en 1917, sin embargo, la lucha continuó durante la década siguiente. En última instancia, mientras que la Revolución Mexicana tenía como objetivo garantizar una forma de vida más justa para las clases agrícolas, muchos argumentan que solo se logró un poco más que el frecuente cambio de liderazgo en el país.