La respuesta para los expertos está más que clara. Una de las dos formas es mucho más saludable y no se ve lastrada por posibles riesgos sobre la salud. Porque comer sano es imprescindible.
Las granadas son antioxidantes, los plátanos son ricos en potasio y las manzanas están repletas de vitaminas. No hay dudas, estos alimentos resultan necesarios para el bienestar. Los batidos y zumos parecen una buena idea para incluir las frutas en la dieta sin esfuerzo, pero no representa una estrategia tan saludable como pueda parecer. Si el dilema es comer una pieza de fruta entera o exprimirla para elaborar un zumo, la primera posibilidad será la más recomendable y la más beneficiosa para el organismo.
Esto no quiere decir que los zumos resulten perjudiciales para la salud, pero sí aportan una menor cantidad de nutrientes y, además, conllevan riesgos si se abusa. Los menos aconsejables son los zumos comercializados que contienen aditivos y azúcares añadidos y cuyo contenido real de fruta puede variar. Los caseros son mucho más saludables.
¿POR QUÉ ES MEJOR COMER LA FRUTA ENTERA?
Es mejor comer la fruta entera porque no pierde sus propiedades, como sucede con su porcentaje de fibra, que se reduce al procesarla, aporta menos azúcar al organismo y resulta más saciante.
«Lo primero que debemos tener en cuenta es que las bebidas de fruta no suelen hacerse con una sola pieza», destaca María Sánchez, dietista y nutricionista. Habitualmente, al comer una naranja se opta por una sola, pero para elaborar un zumo se necesitarán, como mínimo, dos, incluso tres. En su formato bebida sacia menos porque se pierde la masticación, según señala la experta. Este mayor número de fruta procesada provocará, además, que el cuerpo reciba una cantidad superior de calorías y azúcares.
Si el zumo se cuela, la fibra se pierde, y el organismo transformará las calorías en grasa y absorberá los azúcares más rápido. Esto puede provocar «picos de azúcar en sangre» y fomentar la resistencia a la insulina, lo que a la larga puede afectar al desarrollo de diabetes. Algunos estudios han analizado la relación entre la ingesta de zumos de frutas endulzados con azúcar y el riesgo de diabetes tipo 2.
Por otro lado, en la pulpa de la fruta se concentran las propiedades beneficiosas de estos alimentos, como los antioxidantes en el caso de la naranja, explica la nutricionista: «Junto con la fibra, se pierden otros nutrientes. Algunos minerales y vitaminas se quedan en la pulpa, que no vamos a tomar».